Aprovechando que habíamos venido hasta aquí a pasar el fin de semana, teníamos en mente algún otro barranco, desplazrse este montón de km. que nos ha tocado sólo por el Llech no merece la pena, y eso que es un barranco que habrá que repetir en sucesivas ocasiones, pero siempre que nos pille de paso hacia algún otro lado. Lo combinamos con las Gorgas de Anelles que con el nivel de agua que llevaba, era una actividad entretenida.
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Buscamos también el salto de Maria Valenta, y tras muchas vueltas, el puente que indicaban los mapas se lo había llevado una reciente riada, lo encontramos, pero la cantidad de agua que bajaba y la lluvia que no cesaba nos hizo darnos la vuelta y volver para el pueblo, pero con ese regustillo en la boca y apuntándolo en nuestros registros para una próxima visita a la zona.
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