Lástima de escasez de agua, muy bonito pero una paliza físicamente. Además es de los que acaba en el mar, y tiene un tramo final lleno de pequeños rapels, saltos con agua imagino,.. para el retorno existe una bonita vía ferrata, bastante empinada y técnica por momentos sobre una piedra que te cortaba las manos y piernas al mínimo roce.
La verdad es que sólo llegar a ver el mar con los colores que tiene en esta zona mereció la pena la paliza y algún que otro arañazo que todos nos llevamos.
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